17 feb 2015

Habla mi ego.

 Recuerdo cuando revisaba el celular cada dos segundos esperando un mensaje tuyo, cuando ponía algún estado en Facebook y esperaba con ansias que lo leyeras dándome por enterada con un like. Recuerdo que llene muchas libretas con poemas que no leíste y todas las madrugadas que enferma de insomnio dibujé tu nombre en el infinito. Me enamoré tanto, hoy me da risa aceptarlo. Era contar las horas para hablar contigo, sentir emoción de verte, olvidar por un instante los kilómetros en los que no estabas y sentir que tus letras me calentaban el alma cuando me decías algo dulce. Al escribir esto descubro que si me hubieses pedido que dejara todo, lo hubiera hecho, yo quería mirar a través de tus ojos, quería oírte hablar a todas horas. Hubiera vivido tu vida, sin poner resistencia y al querer volar pensaría en tu pecho como el cielo. Me ha dado miedo aceptar lo que estoy diciendo, tal vez por eso estamos juntos y aunque a veces sienta dolorcito al tratar de recordad tus ojos y sólo encuentre niebla, empiezo a entender que  siempre me diste armas para no anularme contigo, que al ser libre, me empujaste a la libertad. Te quiero y te llevo conmigo como el amor de todo, sin etiquetas, pero al fin amor...
— Mercedes Reyes Arteaga

No hay comentarios: