¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa;
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca.
Sé que en su corazón nido de sierpes,
no hay fibra que el amor responda;
que es una estatua inanimada..., pero...
¡es tan hermosa!
Autor: Gustavo Adolfo Bécquer
un amigo comenta algo parecido que las mujeres bonitas se aprovechan de eso y son de lo peor, pero lo dudo, yo creo que también aplica para los hombres, no todos son iguales hay peores jajaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario